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Encadenando actividades

La manera más sencilla de hacerte de nuevos hábitos es encadenando un hábito que ya tienes al que quieres adquirir.

Nuestro día a día es una sucesión de actividades. La mayoría de las veces no las pensamos, simplemente nos van llevando de la mano una detrás de otra. Lo que evitan es que pienses, que no tengas nada que hacer, que no sepas lo siguiente que hacer.

Si tienes la fortuna de tener un perro, tus días comenzarán con un paseo, bajar al perro a dar la primera vuelta del día. En mi caso, me levanto de la cama, paso yo al baño y me pongo el atuendo de bajar al perro, básicamente un chándal. Cojo la correa y bajo. Esta sucesión de 3 actividades llevan en sí una gran cantidad de hábitos.

Primero, hay quien se despierta y pospone la alarma dos, tres o más veces, en mi caso, en ocasiones me levanto antes de que suene el despertador, otras cuando suena y otras lo pospongo una sola vez. Lo más habitual es que me levante cuando suene, lo he practicado lo suficiente. Si estoy demasiado dormido, sentado en el váter termino de despertarme.

He practicado no llevar el móvil al baño porque cuando lo hacía perdía demasiado tiempo, así que lo que he encontrado que mejor funciona es dejarlo en la mesilla y sólo cogerlo antes de salir de casa.

Un paso anterior a no llevarlo fue poner un límite en el tiempo de uso de la aplicación que más suelo usar, el navegador. 5 minutos de tiempo ante de que me diga el iPhone de que se me ha terminado el tiempo, con lo cual era un buen momento para dejar de estar stand by y continuar.

Podría bajar directamente, pero aprovecho para mirar en la cocina si hay basura o reciclados por tirar al contenedor. Al principio tenía que acordarme y muchas veces lo olvidaba, pero a fuerza de practicar y de hacerlo una y otra vez he conseguido que mi cuerpo me lleve, que vaya a la cocina sin pensar, coja la basura y la baje en ese primer paseo.

Hay que ser consciente de los cambios que quieres aplicar, de lo que quieres añadir y quizá lo más importante que hábitos deberías quitarte, aquellos que te roban el tiempo, aquellos que por su culpa vas siempre a las prisas, y dejas de hacer otros hábitos. Porque se vuelve una rutina, lo repites sin darte cuenta día tras día.

Vuelve a ser consciente de tus actividades diarias, por intrascendentes que parezcan, por que incluso en ellas puedes encontrar tiempo valioso.